Amaicha del Valle

Amaicha del Valle es un pequeño pueblo de la provincia de Tucumán, enclavado en los valles Calchaquíes. Es una región de gran importancia cultural e histórica, sobre todo por su herencia diaguita, el pueblo indígena que habitaba la zona mucho antes de la llegada de los colonos españoles. Amaicha también es conocida por su clima soleado, sus montañas y su proximidad a la ciudad sagrada de Quilmes, uno de los mayores asentamientos prehispánicos de Argentina. La flora y la fauna de Amaicha son diversas y están adaptadas al clima semiárido, con una gran variedad de especies de cactus, plantas medicinales y animales. La comunidad diaguita local desempeña un papel activo en la conservación de su cultura y tradiciones, incluidas la agricultura sostenible y la artesanía. La tierra es comunal y no existe el concepto de propiedad privada. Este pueblo es un verdadero testimonio de la coexistencia armoniosa del hombre y la naturaleza, y de la riqueza del patrimonio ancestral. 

Barranca Larga

Barranca Larga es un pueblo de la provincia de Catamarca. Es rica en historia y cultura, especialmente la de los diaguitas, que dejaron su huella en la región antes de la llegada de los españoles. La zona se caracteriza por un paisaje montañoso y condiciones climáticas áridas típicas del altiplano andino. La agricultura es principalmente de subsistencia, con cultivos de maíz, patatas y quinoa. Los artesanos locales son reconocidos por su trabajo en textiles y cerámica, ambos de gran importancia cultural y testimonio de la influencia diaguita. La comunidad también mantiene tradiciones espirituales ancestrales vinculadas a la tierra y los elementos naturales. El turismo es escaso, lo que contribuye a preservar la autenticidad y la tranquilidad de la región. Los restos arqueológicos, incluidos los petroglifos, forman parte del patrimonio de la región.

Los Morteritos Las Cuevas

Los pueblos de Los Morteritos y Las Cuevas están situados en la provincia de Catamarca, conocida por su rico patrimonio diaguita. Estas regiones albergan importantes yacimientos arqueológicos, entre ellos formaciones rocosas que fueron utilizadas como morteros por los antepasados. Los paisajes son diversos y oscilan entre montañas y valles, ofreciendo un entorno natural intacto. La agricultura es tradicional y refleja prácticas ancestrales. La cría de cabras y vacas es uno de los medios de subsistencia. Los artesanos locales producen cerámica y tejidos de gran calidad. La flora y la fauna están adaptadas al ecosistema árido. Se pueden observar especies endémicas. Las tradiciones espirituales de la comunidad están fuertemente ligadas a la tierra y a los ciclos naturales. El turismo es respetuoso con el medio ambiente y la cultura local. La tierra es comunal y no existe el concepto de propiedad privada.